VAL DEL OMAR. Taller especular. Alegría y Piñero

En el cine, la especialización técnica ha generado una separación cada vez mayor entre los distintos oficios, y un abismo insalvable entre el técnico y el creador.  La digitalización de los medios ha facilitado el acceso, pero siempre desde la visión del usuario. En Val del Omar, la unión del técnico y el poeta queda paradigmáticamente resuelta. Su autosuficiencia en la realización de las películas es la vía que le permite la creación de un lenguaje  personal, en el que el hallazgo óptico es a la vez impresión poética.
José Val del Omar abrió a través de su obra numerosas puertas a la experimentación a través de la imagen como medio de conocimiento, de acceso. Conocer su obra significa dejarse envolver por su pensamiento, por su compromiso y resulta difícil, una vez inmersos en su mundo, salir de éste impasible. Como artistas plásticos, fascinados por su obra, hemos trasladado sus intuiciones al mundo de la plástica generando obras cómplices de sus premisas. A través de este taller pretendemos compartir nuestra visión del cinemista, propiciando el ambiente de un laboratorio en el que se experimentará con diversos recursos ópticos, muchos basados en los rudimentos propios de los antecedentes del cine, que por su funcionamiento intuitivo permiten una mayor manipulación.
A través de las distintas sesiones se pretende  un acercamiento a la figura de Val del Omar desde la propia experimentación intuitiva [1]. El objetivo no es tanto crear imágenes bajo la influencia de Val del Omar  sino crear un contexto de creación valdelomariano, en el que el creador es artífice de la imagen que busca y del aparato óptico que la desvela: poner en valor la figura del artista como artífice, que genera sus propios aparatos ópticos en busca de un lenguaje propio.


[1] “Hay que hablar al instinto en su propio lenguaje. Nadie escarmienta en cabeza ajena; y tenemos que hacer vivir a nuestros hermanos conmociones psíquicas que los enciendan con provecho”. José Val del Omar